Una de las excursiones más típicas que se realizan desde Marrakech para desconectar un poco de la bulliciosa ciudad es el Valle de Ourika, por su proximidad a Marrakech, apenas 50 km de distancia.
El Valle de Ourika, con pueblecitos de casas de adobe colgados en las laderas de la montaña, está situado a menos de una hora al sur-este de Marrakech, en el corazón del gran Atlas. Surcado de pintorescas estribaciones bajas de esta cordillera, es especialmente bonito en primavera, cuando florecen los cerezos, almendros y las flores silvestres.
El camino que nos conduce por el valle es muy llamativo y nos permite descubrir la vida del pueblo bereber a medida que se pasa a través de los pueblo de la zona.
Pasaremos a recogeros después del desayuno por el Hotel o cerca de él. En apenas 1 hora llegaremos a la población de Setti-Fatma, un pequeño pueblo desde el que se parte para visitar las 7 cascadas del río Ourika.
El acceso a la primera cascada es fácil, para llegar al resto de cascadas se debe ser un poco más intrépido y llevar un calzado adecuado y tener ganas de trepar un poco.
Posiblemente al pasear por el pueblo os inviten a tomar un té, es una opción totalmente válida pero tenéis que tener en cuenta que luego os intentaran vender algo, pero será una magnifica oportunidad para ver una casa bereber en su interior.
Para comer tenéis de hacerlo en los restaurantes que se sitúan a las orillas del Río, incluso hay mesas dentro del río en épocas cálidas muy recomendable para refrescarse.